lunes, 6 de septiembre de 2010

Nociones elementales de texto y discurso

"El vocablo latino textum derivó en castellano en texto, textura, textual, textil y tejido. La característica en común que tienen estas palabras es el sentido de trama propio de los tejidos. La definición que encontramos en el diccionario de trama nos precisa: “Conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela”.


Pues bien, un texto no es ni más ni menos que una tela, un tejido, donde en lugar de hilo se utilizan palabras, donde en lugar de los puntos resultantes del trenzado del hilo se obtienen los diferentes efectos provenientes de las distintas funciones y connotaciones de dichas palabras. El hilo y los puntos de un texto escrito o hablado corresponden a lo que se conoce como discurso, o secuencia ininterrumpida de lenguaje puesta en funcionamiento para hacer algo. Este hacer puede ser traducir, convencer, dialogar, demostrar, persuadir, argumentar, ordenar, pedir, etc.

En un texto, entonces, intervienen a lo menos dos niveles:

a) el hilo, o palabras empleadas para decir algo; y,

b) la urdimbre, o las funciones y connotaciones en que están siendo utilizadas las palabras.

El discurso puede ser entendido como la materia de que está hecho un texto, y también como la forma que adquiere tal materia; de allí se hablará entonces de discurso poético, discurso narrativo, discurso político, discurso dramático, discurso publicitario, discurso cinematográfico, discurso histórico, etc.

Al igual que se puede seguir la trama de un tejido, esto es, observar y analizar cómo está tejido, qué puntos se utilizaron, cuál es el resultado (si es una bufanda, un sweater, un gorro, un chal, etc.), de igual manera se puede analizar un texto siguiendo su discurso, para ver cómo está ordenada la información contenida en él, qué funciones cumplen las palabras en sus distintos niveles, cuál es la forma final de lo enunciado.

Se puede hablar entonces de una red textual, ya que la información fue ordenada y distribuida por el autor con la finalidad de atrapar al lector, y también porque una red es un tejido organizado de hilos. De este modo, el lector, al interpretar (leer) un tejido (texto) puede destejerlo (en el caso del discurso artístico) o usarlo (en otros tipos de discurso). Por ejemplo, al leer el Quijote y quedar atrapado en su universo narrativo, cualquier lector notará la presencia de una serie de voces que nos cuentan la historia, quedando a juicio del lector la elección por la verdad de la historia de acuerdo a la voz más creíble. Si, por el contrario, busco información en la guía telefónica estoy usando el texto, más que interpretándolo.


Por lo tanto, existen diferentes conceptos para el mismo término en estudio:

 • Es “la estructura formal, gramatical de un discurso” (Kintsch y van Dijk 1975:100).

• Es “el registro verbal de un acto de comunicación” (Para Brown y Yule 1983: 6).

• Es una unidad de contenido, compleja y coherente, con función comunicativa (Brinker, 1987; citado en “¿Qué es un texto?”).

• Es una configuración lingüística; un conjunto de elementos (palabras, oraciones…) organizados según reglas gramaticales y de textualización (Álvarez 1996: 4).

• O bien, como hemos aprendido en otros cursos TEXTO es, “cualquier manifestación verbal humana, ya sea oral o escrita, que se componga de unidades lingüísticas y que haya sido producido con la intención de comunicar algo, en un contexto determinado.”



La estructura del texto.

Básicamente, podemos hablar de la estructura de un texto si pensamos que se puede establecer una analogía entre un texto y una construcción arquitectónica. Así como existen edificaciones que cumplen diferentes funciones y poseen distintos usos (una casa presta una utilidad distinta que una escuela; un supermercado no tiene la misma forma que un hospital; etc.), así también los textos sirven a distintos propósitos.

Al igual que en el caso de la arquitectura, los textos tendrán una forma de acuerdo a la finalidad que vayan a cumplir. De esta manera, un edificio de departamentos es empleado para que habite en él gente, en tanto en una bodega el espacio ha sido diseñado para almacenar objetos. Del mismo modo sucede con los textos: una receta de cocina tiene una forma distinta que una noticia periodística, pues se utilizan con fines y propósitos diferentes.

Por ello podemos hablar de la estructura de un texto, entendiendo que dicha estructura está directamente relacionada con el uso que el texto tendrá.

De este modo distinguiremos entre dos tipos de estructuras básicas:

a) estructura semántica: esto es, el contenido o el significado del texto; y,

b) estructura morfológica: es decir, la forma que adopta el texto de acuerdo a su contenido.

En el caso de los textos que se ocupan en la enseñanza media, la estructura dominante es la semántica, ya que se nos pregunta por los contenidos en ella vertidos y el modo en que los hemos entendido y procesado.

Si vamos a trabajar con los contenidos o significado de los textos, tenemos que distinguir los diferentes niveles de organización de la información presentada. Para ello utilizaremos una estrategia básica en el procesamiento de la información textual: la discriminación entre idea principal e idea(s) secundaria(s).


Idea principal e ideas secundarias.

La idea principal es la información central alrededor de la cual se presentan las demás ideas del texto. Dicho de otro modo, es el tema del texto.

Las ideas secundarias constituyen la información inmediatamente relativa al tema, que van aportando nuevos aspectos a considerar.

IDEA PRINCIPAL:

- eje semántico en torno al cual se organizan las ideas del texto.

- se puede obtener a través de la pregunta: ¿de qué se habla?, o bien, ¿cuál es el tema del texto?


IDEAS SECUNDARIAS:

- aportan información específica para la idea principal.

- se extraen mediante la pregunta: ¿qué se dice o se comenta acerca del tema del texto?



Ejemplo:

“Los gatos son animales mamíferos carnívoros domésticos. Se desconoce el momento exacto de la proximidad del gato con el hombre, pero se sabe que ya convivía con éste en la antigua Babilonia y en el Egipto faraónico, pues numerosas obras de arte pictórico ya lo representan como un animal conocido y familiar. Es más, en estas primeras culturas estaba asociado con las divinidades y el mundo de lo desconocido, ya que se creía que actuaba como una especie de mensajero entre el hombre y los dioses. Se supone que incluso esta condición mágica se transmitió a lo largo del tiempo para asentar la creencia popular medieval que vinculaba a los gatos –- en particular, los negros – con las brujas. De hecho hasta la actualidad, la superstición dice que es de mala suerte cruzarse en el camino de un gato negro”.

a) IDEA PRINCIPAL: ¿de qué se habla? o ¿cuál es el tema del texto?

Respuesta: de los gatos.

b) IDEAS SECUNDARIAS: ¿qué se dice o se comenta acerca del tema?

Respuesta: definición de gato; probable origen; relación con la superstición."

(fuente: material para PSU Demre U. Chile)

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